martes, 30 de junio de 2009

Podemos perdonar, más no olvidar

El cortometraje Colima me hizo darme cuenta de que, a pesar de los años transcurridos después de la guerra, son muchas las heridas que siguen abiertas y bastantes lo huecos que hay que llenar en la historia Salvadoreña. Son tantas las personas que cargan los recuerdos del conflicto armado en su diario vivir. Al mismo tiempo, existe una gran cantidad de historias que aun no han sido escuchadas, ya que todos tienen algo importante que decir.

La guerra acabó hace ya varios años, pero la gente sigue sufriendo. Las personas siguen buscando a sus muertos, siguen buscando la verdad.

El ver cómo después de veintiocho años una madre pudo encontrar el lugar donde yacen los restos de su hija provocó en mí una extraña sensación de tristeza. Si bien es cierto nunca seré capaz de comprender con exactitud lo que sienten todas esas personas, no significa que el dolor ajeno me importe poco.

Al ver en el documental a la madre de Maribel caminando junto a la persona que enterró a su hija, un ser a mi juicio completamente insensible e irracional, me di cuenta de que a pesar de todo lo sucedido, las personas son capaces de perdonar. Entendí que Gloria, lo único que quería, era poder llevar los restos de su hija y de la amiga de ésta a su pueblo, a Suchitoto.

Me conmovió muchísimo el ver cómo Gloria hacía con tanto afán las flores de papel que le llevaría a su hija Maribel el día de los muertos, flores que quedarían en el lago desasiéndose poco a poco mientras ella lloraba a su hija y se alejaba lentamente en la barca.

Luego de ver el documental, reflexioné y me di cuenta de que a muchos jóvenes el tema de la guerra nos es un poco indiferente, tal vez por el simple hecho de que no vivimos en aquella época. Por eso, me parece muy importante que los jóvenes veamos este tipo de cortometrajes, pues de esta manera podemos sensibilizarnos y comprender que, por muy lejana que sea la historia, sigue siendo parte de nosotros.

El documental Colima me ayudó a entender que a pesar de que la guerra termino hace unos años, no podemos ni debemos olvidarla. Es necesario que conozcamos testimonios como la de Gloria y su hija Maribel, pues son esos relatos y los muchos que faltan por contar los que nos ayudarán a recordar que una cosa es perdonar y otra muy diferente olvidar. No podemos dejar atrás la guerra. Sé muy bien que el conflicto armado es parte de mi historia y que todos debemos tener en mente que solamente recordando nuestra historia, evitaremos que se repita.

Este texto fue creado a partir del cortometraje Colima, realizado por el departamento de audiovisuales de la UCA. Si no lo vieron les recomiendo lo hagan.

En el colegio, tuve la oportunidad de leer una recopilación de testimonios muy linda e interesante: El día más esperado. Pueden comprar el libro en la UCA. Así como también, pueden encontrar más información en el siguiente link:

http://www.elfaro.net/Secciones/opinion/20051219/opinion6_20051219.asp

2 comentarios:

Ciruela-Verde dijo...

NO NIEGO QUE HUBO MUCHA INJUSTICIA EN TIEMPOS DE LA GUERRA Y GRACIAS A QUE ASISTI A VER EL DOCUMENTAL TE PUEDO DECIR QUE ADMIRO A GLORIA POR LA LUCHA QUE HIZO PARA ENCONTRAR LOS RESTOS DE SU HIJA Y QUE ESTE DOCUMENTAL DE LA UCA ES BUENO Y ESTUVO MUY BIEN TRABAJADO.

Zaldaña dijo...

El título de este escrito es muy paradójico. Creo que si no olvidamos es porque no hemos perdonado. Pero me parece que en temas como este de guerra, sufrimiento, injusticias, muertes, dolor y más, es sumamente difícil perdonar a los mayores responsables. Así que estoy de acuerdo con la idea de: NO PODEMOS OLVIDAR.